miércoles, 19 de febrero de 2014

El Dylan oculto



Esta fotografía probablemente este hecha por un medico. Quizás por una enfermera o un celador, un auxiliar de enfermería, acaso. Lo que es seguro es que la foto no es cosa del hombre al que se dirigen todas las miradas de la habitación. Ese hombre visita hospitales infantiles desde no se sabe cuando y tampoco con que asiduidad. Quizás haga donaciones anónimas, quizás solo visite a los enfermos para entretenerlos un rato y saludar a sus familiares y a los empleados del hospital. El caso es que siempre se propone hacerlo sin publicidad ninguna y casi siempre lo consigue. Hay testimonios en épocas diferentes y en lugares del mundo tan distantes como Belfast y Buenos aires. Mediante la firma de un contrato prohibe cualquier tipo de divulgación ni mención de su asistencia, pero a veces un celador, un medico, un familiar…, filtra la foto y la hace pública. Este es uno de esos casos y en ella vemos a un niño convaleciente, un abuelo, los padres, los hermanos pequeños… Todos dirigen su atención hacia el otro abuelo que esta en la habitación. Un abuelo extravagante con un sombreo de cowboy calado y que sostiene en las manos una especie de cartilla y un papel. La habitación blanca esta en la planta infantil de un hospital de Belfast, y esta tomada en el verano del 2004. No hay nada más allá de la imagen. No significa mucho más de lo que muestra. No es Napoleón en un cuadro de Gros. No es Cristo “Noli mi tangere”. No es un futbolista en navidad repartiendo regalos con la tele de testigo.

El hombre centro de todas las miradas se llama Bob Dylan y esta dedicando la mañana a visitar a los niños enfermos.

domingo, 16 de febrero de 2014

Se trata de Dylan


No se trata de las canciones. Aunque si fuera por canciones... Se podrían reunir los doscientos mejores cantantes del mundo y Bob tendría una gran canción, buena y distinta para cada uno de ellos, pero ¿quién quiere a otros cantando canciones de Dylan?

No se trata de la música. Aunque si fuera por música... Se podrían reunir las doscientas mejores orquestas del mundo y Bob tendría una buena melodía, grande y distinta para cada una de ellas, pero ¿quién quiere orquestas tocando canciones de Dylan?

No se trata de la poesía. Se podrían reunir los doscientos mejores recitadores del mundo y Bob tendría una letra distinta, buena y revolucionaria para cada uno de ellos, pero, ¿quién quiere a nadie recitando a Dylan?


Se trata del conjunto. Se trata de Dylan. Y es un tema de atmósfera. Bob es un creador de atmósferas, un iluminador de almas... un decorador, eso es lo que es Dylan, un decorador de almas.

De acuerdo, todos en un momento tonto hemos apagado la luz con la canción más absurda o meliflua, ya sea de los Beatles, de Julio Iglesias o hasta de Luis Miguel, cada uno es cada uno... pero no se trata de eso.

Se trata de otra cosa, se trata de que cuando llegas a Dylan, cuando el fogonazo te tira del caballo, cuando te atrapa el agujero negro dylaniano ya no eres dueño de la luz de tu alma, porque es él quien a su criterio, la ilumina, la oscurece o gradua la intensidad de la luz, el tipo el es puto amo, el jodido dueño del interruptor. Tiene ese poder y lo sabe. Es una especie de dios y lo sabe. Dios lo sabe. Dyos lo sabe. God knows. Bob knows.